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Eslovenia, el corazón verde de Europa

Eslovenia, el corazón verde de Europa

Eslovenia es un país pequeño de solo 20.000 kilómetros cuadrados de superficie (más o menos como la provincia de Badajoz para que te hagas una idea).​ Se localiza en la Península de los Balcanes y tiene frontera con Italia, Austria, Hungría, y Croacia. La mejor época para visitarlo es verano, cuando las temperaturas son cálidas y apenas hay lluvias. Por lo mismo es también la temporada alta turística.

Eslovenia se autodefine como “un corazón verde en el centro de Europa” y, haciendo honor a ello, es un gran destino de naturaleza, especialmente la zona norte, la Eslovenia Alpina, donde está el Parque Nacional Triglav. Las otras zonas serían la Central, donde se ubica la capital Liubliana, la Termal con spas y viñedos, al este, y, al suroeste, la Eslovenia Mediterránea con salida al mar y la Kárstika con cuevas únicas.

En apenas 50 minutos en coche llegamos desde Liubliana hasta el teleférico con el que subes a Velika Planina. Sí, el único transporte para subir hasta este pueblo de montaña es el teleférico, salvo que prefieras llegar a pie, claro. Incluso si eliges alojarte en Velika Planina deberás hacer uso de este teleférico. El coste es de 19 € por adulto ida y vuelta; los perros son admitidos con bozal y correa por 5 € y los niños hasta 7 años no pagan. La entrada se puede reservar online sin fecha y tiene una vigencia de 14 días desde el momento de la compra.

El teleférico te deja cerca de Velika Planina pero aún no en el mismo pueblo. Para alcanzarlo debes tomar un telesilla, incluido en el precio del teleférico, que salva los últimos metros hasta el pueblo de pastores. Desgraciadamente estaba en obras cuando fuimos nosotros así que nos tocó subir a pie (unos 30 minutos a paso lento, con una pendiente considerable). Al menos el primer sitio que encuentras en Velika Planina y signo de que has culminado tu trayecto es un bar restaurante con bonitas vistas e ideal para descansar tras el ascenso.

Conducir tu propio coche es la mejor manera de recorrer Eslovenia: las carreteras están muy bien preparadas y accedes con ellas a todos los lugares destacados del país. Pero es necesario contar con una “viñeta”: un documento que autoriza a tu vehículo a circular libremente por las autovías eslovenas, sin tener que pagar en peajes, durante el período de tiempo para el que lo adquieras. Puedes comprar esta “viñeta” físicamente en el puesto fronterizo al entrar en Eslovenia o bien online en esta web previamente al viaje: simplemente eliges el tipo de vehículo y la franja temporal (una semana, un mes, etc), indicas la matrícula y realizas el pago. No es necesario hacer ningún otro trámite una vez en territorio esloveno ni añadir ninguna señal en el coche (queda registrado electrónicamente con la matrícula).

En Liubliana los principales sitios de interés se pueden visitar a pie perfectamente en un solo día, si bien un segundo es recomendable para hacerlo con más calma e incluir algún museo (cosa que no hicimos nosotros por la coordinación que nos requiere al no poder acceder con perro). Así, en esta primera jornada nos dirigimos directamente a la zona del río Liublianica donde cruzamos el Puente del Dragón, el de los Carniceros, lleno de candados, y el sorprendente Puente Triple. Paseamos por ambas orillas del río, animadas con muchas terrazas y bares

Pero es que además Velika Planina es un gran punto de partida para hacer rutas, a pie o en bici, más cortas o más largas, que llevan hasta otras áreas cercanas igualmente bellas. En nuestro caso hicimos simplemente el paseo por el pueblo porque la subida sin telesilla, porteando a un bebé a mayores, nos robó las fuerzas para mucho más. 

Así fue su viaje hacia la cumbre

El camino que tomaron los británicos comenzaba por encima de la cascada de hielo de Khumbu, ascendiendo por una de las caras del Lhotse hasta alcanzar el Collado Sur (depresión nevada en el extremo derecho), acabando arriba en la arista sureste.

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