Ni Oporto ni Lisboa: esta es la ciudad medieval portuguesa que está de moda por su gastronomía
A apenas una hora de la frontera con España, esta ciudad portuguesa sobresale por sus calles medievales, su impresionante catedral y, cómo no, por una exquisita gastronomía.
Oporto, la región del Algarve, Coimbra, Sintra, Aveiro... y, por supuesto, Lisboa. Las ciudades más turísticas de Portugal son destinos muy atractivos y verdaderamente hermosos, aunque comienzan a estar algo masificados. Es el momento de buscar un lugar más tranquilo, con monumentos y rincones naturales para ver, con una gastronomía exquisita y que no está demasiado lejos de España. ¿Lo hemos encontrado? Correcto.
Se trata de Viseu, una ciudad situada en el centro de Portugal, a una hora de la frontera con España, a 140 km de Oporto y menos de 300 km de Lisboa, que se encuentra rodeada de montañas y los ríos Vouga y Dão, y destaca por su riqueza histórica, cultural y natural. El encanto de Viseu se refleja en la atmósfera medieval de sus calles, en los palacios que pertenecieron a la nobleza y a los señores de la Iglesia y en las plazas y jardines frondosos.
La ciudad cuenta con la imponente Catedral en su cima, comenzada a construir en el siglo XII, y en épocas antiguas, como en la ocupación romana, la población se situaba en zonas bajas como la Cava de Viriato y el Parque del Fontelo. Viseu fue también una ciudad importante durante la época de los suevos, y se dice que allí murió el último rey visigodo, Don Rodrigo.
Durante la Reconquista, Viseu pasó varias veces entre manos musulmanas y cristianas hasta su reconquista definitiva en 1058 por Fernando Magno de León. Más tarde, en 1123, la madre de Don Afonso Henriques, Doña Teresa, le otorgó el primer fuero, que luego confirmaría el propio Henriques en 1187. En el siglo XIV, la ciudad fue saqueada por las tropas castellanas, y más tarde, bajo el reinado de Don João I, se levantaron nuevas murallas de defensa.
Viseu, centro cultural en el renacimiento
Viseu se consolidó en el siglo XVI como un centro cultural y artístico, siendo la cuna del renombrado pintor renacentista Vasco Fernandes (Grão Vasco), cuyas obras se conservan en el Museo Grão Vasco, manteniendo viva su memoria en la ciudad. En esta época también se incrementó la arquitectura religiosa, como lo demuestran las numerosas iglesias del centro histórico y el Museo de Arte Sacro. En el atrio de la Catedral se encuentran puntos de interés como la Iglesia da Misericórdia y el Paseo dos Cónegos, con edificaciones de granito oscuro contrastando con fachadas blancas.
Además del aspecto cultural y artístico, Viseu está rodeada de bellos paisajes naturales, como la Sierra de Caramulo, un espacio ideal para respirar aire puro y disfrutar de vistas panorámicas. Las Termas de São Pedro do Sul, cercanas a Viseu, ofrecen relajación en un entorno natural con beneficios terapéuticos.
El encanto de Viseu se revela en su atmósfera medieval, sus calles adoquinadas, palacios nobiliarios y monumentos que reflejan su vitalidad a lo largo de los siglos. Su pasado histórico se entrelaza con un presente en el que se disfruta de la naturaleza, el arte y la gastronomía, consolidando a Viseu como un destino de gran atractivo en el corazón de Portugal.
Viseu: un destino gastronómico fantástico en Portugal
En términos de gastronomía, la región es conocida por productos locales como el Queijo da Serra, un queso cremoso y aromático elaborado con leche de oveja; el Leitão à Bairrada, un lechón asado en horno de leña que se sirve con patatas y ensalada, y el famoso vino Dão, un tinto de aromas frutales perfecto para acompañar carnes y quesos. Otra delicia local es el Caldo Verde, una sopa tradicional con col rizada, patatas, cebolla y aceite de oliva.
Viseu también alberga restaurantes destacados como el Mesa de Lemos, un espacio galardonado con una estrella Michelin, donde el chef Diogo Rocha reinventa la cocina portuguesa utilizando ingredientes locales únicos. Otros restaurantes de interés en el centro histórico incluyen Maria Xica, Muralha da Sé, y Taberna da Milinha, donde se pueden degustar especialidades regionales.
En las afueras, el restaurante Paço dos Cunhas, ubicado en un edificio del siglo XVII en la villa vinícola de Santar, combina la tradición con la alta cocina, ofreciendo experiencias gastronómicas y talleres de vino en un ambiente que fusiona modernidad y patrimonio cultural.