Sinopsis
Sin querer mostrar ningún respeto hacia las críticas que se quejan del peso de las mujeres guerreras o de otros colores de piel en ciertas razas de la Tierra Media, hemos de admitir que la temporada 1 de El señor de los anillos: Los anillos de poder no fue todo lo brillante que hubiésemos querido. El dinero se veía, sí, pero faltaba pasión en las escenas, verdadero contenido en las conversaciones y tramas, cohesión en el carácter de los personajes. La temporada 1 solo se sostuvo ante la duda de quién era o no era Saurón y quién era o no era Gandalf. Dudas que resolvió, eso sí, el final y que puede que sea lo único que recuerden la mayoría de espectadores.
Sin querer mostrar ningún respeto hacia las críticas que se quejan del peso de las mujeres guerreras o de otros colores de piel en ciertas razas de la Tierra Media, hemos de admitir que la temporada 1 de El señor de los anillos: Los anillos de poder no fue todo lo brillante que hubiésemos querido. El dinero se veía, sí, pero faltaba pasión en las escenas, verdadero contenido en las conversaciones y tramas, cohesión en el carácter de los personajes. La temporada 1 solo se sostuvo ante la duda de quién era o no era Saurón y quién era o no era Gandalf. Dudas que resolvió, eso sí, el final y que puede que sea lo único que recuerden la mayoría de espectadores.