Aviación y sostenibilidad: un desafío para el sector del transporte global
La aviación, un sector clave en la economía global, se enfrenta a un desafío crucial: la sostenibilidad. Aunque los aviones solo emiten el 12% del dióxido de carbono (CO2) del sector del transporte, su impacto ambiental es significativo y requiere atención urgente. A diferencia del transporte por carretera, que genera el 80% de las emisiones de CO2, la aviación concentra sus emisiones en vuelos de larga distancia, donde las alternativas son limitadas. Además de las emisiones de CO2, la aviación contribuye a la contaminación acústica, a la contaminación derivada de la construcción de aviones y al impacto ambiental de las infraestructuras aeroportuarias.
La contaminación por kilómetro recorrido es mayor en vuelos cortos que en vuelos largos. Esto se debe al mayor consumo de queroseno durante el despegue y el aterrizaje. De hecho, más del 75% de la contaminación de un avión se produce en vuelos de más de 1500 km. Esta concentración de la contaminación en vuelos de larga distancia plantea desafíos únicos en la búsqueda de soluciones sostenibles.
En contraste, otros medios de transporte como los barcos, y especialmente los cruceros, son considerados aún más contaminantes. Los cruceros emiten CO2 y aguas residuales, generando un impacto ambiental considerable. La necesidad de abordar la contaminación en todos los sectores del transporte es evidente.
**Movimientos y regulaciones**
Ante esta problemática, han surgido movimientos ciudadanos que buscan regular los vuelos cortos, aquellos trayectos que podrían realizarse en tren en un tiempo similar. Iniciativas como "Flix Gam" en Suecia y "Staygrounded" en Reino Unido, promueven alternativas al avión y buscan reducir la huella de carbono. La regulación de los vuelos cortos se presenta como una medida para disminuir la contaminación y promover prácticas más sostenibles en el sector del transporte.
El tren se perfila como una alternativa viable para rutas como Madrid-Barcelona, debido a la duración y la infraestructura disponible. Sin embargo, las limitaciones de la infraestructura ferroviaria, como la falta de conexiones eficientes y la necesidad de optimizar las rutas, son obstáculos que deben abordarse. Para que el tren compita con el avión, se requiere una inversión en infraestructuras y una planificación eficiente.
**Medidas de las aerolíneas para reducir la contaminación**
Ante la creciente preocupación por el impacto ambiental, las aerolíneas están implementando diversas medidas para reducir su huella de carbono. Estas incluyen el uso de winglets en las alas, que mejoran la eficiencia aerodinámica y reducen las emisiones de CO2. La sustitución de combustibles tradicionales por combustibles sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés), producidos a partir de residuos y algas, es otra estrategia clave.
La renovación de flotas de aviones, con modelos más eficientes y con tecnologías para disminuir las emisiones, también contribuye a la reducción de la contaminación. Además, se trabaja en la optimización de rutas aéreas, evitando trayectos innecesarios, y en la reducción del peso de los aviones.
En el futuro, el desarrollo de aviones eléctricos e impulsados por hidrógeno se presenta como una prometedora vía para reducir aún más la contaminación, aunque estas tecnologías aún se encuentran en fase de desarrollo.
**Herramientas para medir la emisión de CO2**
Para medir y evaluar el impacto ambiental de los vuelos, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha creado una herramienta que permite estimar la emisión de CO2 en los vuelos. Esta herramienta, disponible para el público, permite a los usuarios introducir la distancia del trayecto aéreo y obtener una estimación de la cantidad de CO2 emitida.
La sostenibilidad en la aviación es un tema complejo, que oscila entre la moda y la necesidad. La adopción de prácticas sostenibles a largo plazo requiere un compromiso real por parte de todos los actores involucrados. La viabilidad económica de las medidas sostenibles es un factor clave, ya que las aerolíneas, como empresas, buscan la rentabilidad. La responsabilidad de los viajeros y ciudadanos en la reducción del impacto ambiental de la aviación es fundamental. Optar por medios de transporte alternativos, como el tren, para distancias cortas, es una opción para reducir la huella de carbono.